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Disminuir el consumo de azúcares refinados y carbohidratos. (Hábito No. 6)
El azúcar y los carbohidratos aumentan el azúcar en la sangre. El nivel elevado de azúcar en la sangre reduce su sistema inmunológico hasta un 75% durante 4-6 horas. También alimenta a patógenos como bacterias, parásitos y hongos. -
Asegúrese de descansar lo suficiente. (Hábito No. 9)
Acuéstate a una hora constante. Dormir lo suficiente optimiza la función inmune. -
Mantente hidratado.
Beba la mitad de su peso corporal en onzas de agua limpia, preferiblemente agua de manantial natural. -
Optimice la vitamina D. (Hábito No. 6)
Puede hacer esto de dos maneras: la primera es a través de la exposición al sol (10-40 minutos por día cuando el sol está más fuerte). Permanezca al sol hasta que su piel comience a mostrar el primer color, pero nunca permanezca lo suficiente como para quemarse. La segunda forma de obtener vitamina D es a través de la dieta, ya sea a partir de alimentos como yemas de huevo, salmón, hígado, champiñones y espinacas o de suplementos. -
Optimizar los niveles de estrés. (Hábito No. 1)
Los altos niveles de estrés aumentan el cortisol. El cortisol suprime la función inmune. -
Consumir más alimentos ricos en zinc y vitamina C. (Hábito No. 6)
Ambos son vitales para la salud inmunológica.

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Ajo crudo 1-2 dientes por día. El ajo debe estar crudo, machacado, expuesto al aire durante 10 minutos y luego consumirlo.
La historia del Dr. Andrew Weil en el show de Kevin Rose (un podcast) arroja luz sobre el poder curativo del ajo:
En un país chino de la provincia de Shandong, un país donde se produce la mayor parte del ajo en China y en el que hay un consumo muy alto de ajo, ni una sola persona de los 1.3 millones de personas que viven allí o los 30,000 que trabajaron en Wuhan sido infectado con coronavirus. - Hierba de Astrágalo. Esta hierba china es un fuerte antiviral. El empleo de esta hierba a largo plazo es bien aceptado y ha sido bien documentado e investigado.
- Alimentos curativos. Estos incluirían caldo de hueso, limas, limones, cebollas, vinagre de manzana y jengibre, así como hongos curativos como shiitake, maitake, ostras y hongos reishi.
